
En todas las naves podemos encontrar dos partes esenciales:
-La nave propiamente dicha, que incluye la zona ocupada por la tripulación y, en caso de ser una nave no tripulada, una serie de máquinas y objetos relacionados con la misión de la nave.
-El cohete, encargado de la propulsión, formado por los motores y depósitos de combustible.
Lo primero que tenemos que saber para comprender el funcionamiento de la nave es qué la dota de su movilidad: el cohete. Este está formado por un motor de combustión, que produce la energía cinética necesaria para la expansión de los gases, y un tubo propulsor, a través del cual los gases son expulsados.
El principio de funcionamiento del cohete se basa en
la Tercera Ley de Newton: “a toda acción le corresponde una reacción, con la
misma intensidad y dirección, pero de sentido contrario”.
El cohete es propulsado verticalmente en reacción al
gas que es expulsado hacia el exterior. El gas se genera cuando el combustible
del motor entra en contacto con el oxígeno de la atmósfera. Cuando se quema el
combustible, el gas es expulsado a altas velocidades (acción) y esto provoca el
empuje vertical (reacción).
Un ejemplo de nuestra vida cotidiana para entenderlo
un poco mejor sería cuando soltamos un globo lleno de aire y este empieza a
volar expulsando aire.
Finalmente, aquí pueden ver el lanzamiento de una nave espacial de la NASA:
<https://www.ecured.cu/Nave_espacial#Dise.C3.B1o>
<http://3.bp.blogspot.com/-iS6soyIh7sU/VipxVN8rppI/AAAAAAAAABg/CP5EvGAizDE/s1600/020.jpg>
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